jueves, 13 de agosto de 2015

Capítulo 1 Las Criaturas de la Noche




            Ha llovido un poco y las calles se tornan resbalosas y con charcos tan abundantes al menor chubasco.   Me dirijo a la calle San Juan, donde tanto abundan las dragas, revoloteando en medio de los carros de los clientes que hacen fila como en un restaurante de comida rápida “fast food restaurant”. Esperas conseguir algo para disfrutar la noche. Ya hacía tiempo que no retornabas al lugar.   Las últimas redadas te hicieron alejarte un poco para enfriarte. Parte de tus colegas habían sido detenidas, arrestadas, y procesadas el pasado fin de semana en la noche de cacería por los azules.  Pobres chicas, tuvieron que pagar lo que no logran recaudar en sus tareas para pagar multas y quedar libres bajo fianza. Allí se encontraban la Wanda, la Didi, Fifí y alguna draga vieja que podría ser la madrastra de todas ellas.   No se retira dice, porque a ella la matan en la raya, divina primicia para una prócer de la “busconearía drágil”. 


            Lo sabes, pero cuando te coge la noche, sientes que tu cuerpo te pide algo. Son pasadas las diez de la noche y hace poco que saliste en busca de alguna víctima, o tal vez ha ser tú misma la víctima de tus pasiones desenfrenadas.   No te cohíben las noticias de los crímenes de odio ni los ataques a los mercaderes del placer, ni los tiroteos de carro a carro tan frecuentes en esta isla del espanto.  La clientela abunda esa santa noche del sábado que está fresca, y no es porque sea de hoy, sino porque las lluvias intensas de los pasados fines de semana no se repitieron, ni las redadas tampoco, por lo que las trans pueden entregarse a sus faenas tranquilas. Los autos continúan llegando y en su mayoría se encuentran autos de buenos modelos como Mercedes Benz, y algunos europeos como BMW y Smart .   Para mí que este último resulta imposible como lugar de encuentro por lo incómodo que es, y ni me diga del Fiat 500 que parece fue diseñado para los enanitos de Blanca Nieves.

En estas hermosas jaulas se encuentran casi siempre pichones viejos y alguno que otro que anda como escapado para realizar su aventurilla y luego chillar las gomas. No me extraña que quieran buscar algo distinto. El aburrimiento a que se someten no les deja alternativa que buscar entre la selva de las fieras nocturnales alguna posible bestia que les aplique lo que detestan pero a la misma vez desean.   

Algunas van, envuelta en sus trajes de lentejuelas, luciendo su apretado atuendo, que muchas veces ella ha sido modista, costurera e inventora de su indumentaria porque tampoco puede  costear los modelos de diseñadores como: Nono Maldonado, Stella Nolasco, Luis Antonio, Sonia Rivera, Harry Robles, Eddie Guerrero, Heriberto Vázquez, Rubén Darío, David Antonio o Sonia Santiago.  Muchas veces acude a la tienda del "Salvation Army" para escoger ropa usada de esa que dejan las turistas de cabaret que a veces vienen y luego de trabajar la regalan.  Cuantas veces acudí a seleccionar algunas piezas de ropa de noche que me sirvieran por unos módicos cinco dólares, sin tener que pasar por las miradas curiosas de las dependientas de tiendas comerciales.   De los cosméticos ni se diga, acudimos a los pulgueros donde conseguimos las bases, y los maquillajes a precios regalados de a dólar y cincuenta centavos. 
  
La economía no nos ofrece muchas alternativas para comprar y lucir presentables, y  si queremos ser aceptadas tenemos que estar bien arregladas para nuestra clientela.   Pero no tan solo eso, tenemos que enfrentarnos a una constante amenaza y poder detectar a tiempo un cliente que representa un peligro.   No hace mucho algunas trans de la Padial fueron asesinadas y lanzadas por los acantilados de Aguas Buenas, víctimas de los crímenes de odio.

Estos eventos no sirvieron en absoluto ni de escarmiento ni de temor, de manera que el trabajito se realiza a insistencias de la proveedora dentro del carro muchas veces, dejando siempre un ojo abierto y el otro mirando hacia la barquilla. La Cristina fue una de las víctimas de uno de estos depredadores, que la dejaron casi irreconocible. Aunque ya el Botox había hecho  bastantes estragos en ella, porque sus pómulos parecían pelotas de golf con colorete.

Yo me he encontrado con algunos de esos tipos.  Hay que andar con sumo cuidado para no dejarse coger de pendeja y caer en sus garras, con peligro de perder la vida.  Hay que olfatear cuando una se da cuenta de que ese  tipo que a veces se muestra simpático lo que busca es convertirte en la víctima de sus desajustes mentales.



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